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El pasado domingo, Noel Ruiz Álvarez anotó su gol número 60 con la camiseta del Caravaca CF en tan sólo 67 partidos de liga disputados.
Temporada 2003/2004 - 20 goles en 29 partidos
Temporada 2008/2009 - 36 goles en 31 partidos
Temporada 2009/2010 - 4 goles en 7 partidos
Para la gran mayoría de aficionados caravaqueños, esta cifra ni se les habría pasado por la cabeza. Os puedo asegurar que a él tampoco.
Noel se crió en el lecho de una familia humilde, su padre trabajador de astillero, y su madre peluquera (ironías de la vida), vieron crecer al jóven muchacho, pasando las horas con la pelota en el campito de fútbol, que había situado en el colegio de los Salesianos.
Dió sus primeros pasos en la cantera del Cádiz, para pasar por Terrasa, Algeciras, UCAM, Horadada, Alhameño, Caravaca, Los Barrios, Portuense y Balompédica Linense. Introvertido para los desconocidos, extrovertido con su gente, combina la amabilidad y el mal genio con estilo propio. Profesional, hogareño, no hace caso de foros, comentarios o críticas, ya sean estas de reconocimiento o de apuñalamiento.
De fuerte carácter, con 32 años recién cumplidos ha encontrado la madurez que mezcla a la persona, con el futbolista. Esa misma madurez que siempre ha tenido dentro del área, en su hábitat natural, donde se siente cómodo, tranquilo. Mientras que a otros se les disparan las pulsaciones, él invoca a la calma, coge aire y dispara. Que fácil parece desde el asiento, y que dificil es en realidad, poseer esa pausa, que distingue al buen futbolista del mediocre.
Criticado por aquellos aficionados que aman la brega y la lucha y los entrenadores que pondrían a 11 boxeadores antes que a 11 futbolistas con clase. Todos aquellos que se emocionan viendo Gladiator, y recurren al tópico "hay que echarle más cojones", para salir del paso. La mayoría de ellos no observan al futbolista sin balón, su mirada no se separa de la pelota, o quizás de las tetas de la rubia, que come pipas dos escalones más abajo.
Los dibujos imaginarios, intangibles, que se suceden en un terreno de juego; líneas de pase, desmarques de apoyo, de ruptura, basculaciones, permutas, movimientos de presión ... pasan inadvertidos. No se aprecian los movimientos de un delantero inteligente, que dosifica sus esfuerzos para poder pensar con claridad a la hora de la verdad, cuando el aliento de la grada se detiene y la portería se hace pequeña como una caja de cerillas. Es indudable que los futbolistas poseen una personalidad para el juego. Al igual que el lector puede identificarse como una persona sensible, agresiva, alegre o depresiva, un jugador de fútbol reune patrones de personalidad en su juego que lo diferencian de cualquier otro futbolista.
No le pidas a Xabi Alonso que desborde por banda, ni a CR9 que simplifique el número de contactos en la salida del balón. Como en un puzzle, el éxito del entrenador está en saber encajar las piezas, de tal forma que al final pueda verse ese paisaje que imaginábamos al principio. Si por querer encajar las piezas, modificamos la forma, no tendremos el resultado deseado. Por lo tanto debemos respetar la naturaleza futbolística de cada jugador.
"Ronaldo está gordo, no corre, es un vago, miralo no va a la presión, no mete la pier ... GOOOOOOOOOL de Ronaldo en el minuto 24 de partido!!!". Vale ha metio un gol pero es que miralo no hace prácticamen ... GOOOOOOOOOOOL de Ronaldo, su segundo tanto en el 32 de la primera parte!!!". Te la comiste con patatas, ¿Cuantas veces?, pues bien te dejo sus estadísticas para que reflexiones un poco.
El fútbol no es un deporte con cuenta kilómetros, no se trata de cuanto corras, sino de como de bien lo hagas. Debe ser productivo para el colectivo, de lo contrario ¿de que nos sirve?. La mayoría de los duos atacantes de primer nivel, buscan la complementariedad. Raúl y Benzemá, Kuyt y Fernando Torres, Etoo y Milito ... ejemplifican este equilibrio. A pesar de que todos posean capacidad goleadora y más o menos visión de juego el primero peina y el segundo desmarca, el primero presiona y el segundo bascula, el primero aguanta la pelota y tiene pase y el segundo habilita espacios y es letal delante del portero. Hay que admirar y respetar el trabajo de unos y de otros.
Noel pertenece a una estirpe de delanteros incomprendidos y más aún para categorías pseudoprofesionales, donde se aprecia más tirarse al suelo apretando los dientes o una absurda galopada a por un balón imposible, que un pase al espacio o una pared bien tirada.
Recuerdo que el entrenador del Caravaca 2010 CF la pasada temporada, Pepe Soler, en el corro previo a un entrenamiento de pretemporada, comparó a Noel, salvando las distancias, con un híbrido entre Ronaldo y Henry. Creo que ese híbrido es Anelka. La misma plasticidad en el recorte y en la salida, estéticamente con el balón en los pies es tremendo el parecido, repito, conscientes de los parámetros que los separan. Ambos poseen visión de juego y una alta capacidad anotadora. Polémicos, reservados ... incomprendidos.
Pese a todo, con el paso de los años, el aficionado recordará con cariño a ese calvo con genio, que paseaba a sus perros por los parques del pueblo, y que junto a Vasconcellos, Juani y Juampe, se convirtió en uno de los máximos goleadores de la historia del Caravaca CF.
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