Por Victor Romera./ Con cierto sabor agridulce me pongo este fin de semana a escribir mi particular peregrinar por el futbol local, resultados muy diversos de los equipos caravaqueños. Victorias, empates y derrotas, que dan muestra de lo competitivas que están todas las categorías del fútbol regional, donde cuando bajas por un instante la intensidad, el contrario te ataca a la yugular esperando hacer presa y no soltarte nunca.
Este pasado domingo algo parecido le ocurrió a Caravaca CF, contra un Calasparra que vino a aprovechar su ocasión, y así lo hizo, un solitario gol en un partido de poder a poder, entre los dos mejores equipos que he podido ver en la categoría este año. Como decía un gol que cayó como una losa en la parroquia local, que tardó un buen rato en darse cuenta, que si no empezaba a apoyar a su equipo, este no podría levantar un encuentro que se puso cuesta arriba sin haberlo merecido.
El equipo de Mariano se fajó y luchó hasta la extenuación, dejando un buen sabor de boca en la grada del Morao por su entrega y pundonor, remontando el gol inicial calasparreño, ante una afición incondicional, que apoya este ilusionante proyecto desde el principio.
El Calasparra, un buen equipo, bien plantado y con jugadores de mucha experiencia, que seguro van a estar al final en la zona alta de la clasificación.
Mención aparte, y no por ello menos importante, el partido que vi junto al resto de padres y aficionados al equipo Benjamin, el sábado a medio día …. que barbaridad; intensidad, nervios, goles, polémica, y todo aderezado con el mal comportamiento de determinados padres, que no se dan cuenta que son niños de ocho y nueve años, los que están jugando, y para colmo ponen el grito en el cielo cuando el árbitro, con una edad de 12 años, no pita un dudoso penalti a favor de los de fuera.
Desde la grada del Fco. Fdz. Torralba, se oyen blasfemias y protestas que harían palidecer al propio Pierluigi Collina, (todos los conocen ¿no?).
Da verdadera lástima que nuestros hijos, sobrinos y amigos, tengan que lidiar todos los domingos con algunos personajes como los que recorren los campos de fútbol de España durante los fines de semana, metámonos todos y que se salve el que pueda.
Cinco a tres el resultado final, que mantiene a nuestros chicos en lo más alto de la clasificación, imbatidos, y siendo el rival a batir. Yo me pregunto: ¿sería mejor no ser los líderes para que no saltaran tantas chispas (con los padres) en los partidos?. Quizás habría que analizarlo…
Este pasado domingo algo parecido le ocurrió a Caravaca CF, contra un Calasparra que vino a aprovechar su ocasión, y así lo hizo, un solitario gol en un partido de poder a poder, entre los dos mejores equipos que he podido ver en la categoría este año. Como decía un gol que cayó como una losa en la parroquia local, que tardó un buen rato en darse cuenta, que si no empezaba a apoyar a su equipo, este no podría levantar un encuentro que se puso cuesta arriba sin haberlo merecido.
El equipo de Mariano se fajó y luchó hasta la extenuación, dejando un buen sabor de boca en la grada del Morao por su entrega y pundonor, remontando el gol inicial calasparreño, ante una afición incondicional, que apoya este ilusionante proyecto desde el principio.
El Calasparra, un buen equipo, bien plantado y con jugadores de mucha experiencia, que seguro van a estar al final en la zona alta de la clasificación.
Mención aparte, y no por ello menos importante, el partido que vi junto al resto de padres y aficionados al equipo Benjamin, el sábado a medio día …. que barbaridad; intensidad, nervios, goles, polémica, y todo aderezado con el mal comportamiento de determinados padres, que no se dan cuenta que son niños de ocho y nueve años, los que están jugando, y para colmo ponen el grito en el cielo cuando el árbitro, con una edad de 12 años, no pita un dudoso penalti a favor de los de fuera.
Desde la grada del Fco. Fdz. Torralba, se oyen blasfemias y protestas que harían palidecer al propio Pierluigi Collina, (todos los conocen ¿no?).
Da verdadera lástima que nuestros hijos, sobrinos y amigos, tengan que lidiar todos los domingos con algunos personajes como los que recorren los campos de fútbol de España durante los fines de semana, metámonos todos y que se salve el que pueda.
Cinco a tres el resultado final, que mantiene a nuestros chicos en lo más alto de la clasificación, imbatidos, y siendo el rival a batir. Yo me pregunto: ¿sería mejor no ser los líderes para que no saltaran tantas chispas (con los padres) en los partidos?. Quizás habría que analizarlo…
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